¿No quieres esperar a que tu loción se absorba? ¡Entonces tienes que probar esto!

Admitámoslo: esperar a que la loción se absorba puede ser una verdadera faena. Las lociones tradicionales suelen llevar su tiempo. En primer lugar, hay que secarse después de la ducha, aplicar una loción fría, a veces untuosa, y esperar a que se absorba por completo antes de vestirse. Si no te apetece esperar pero quieres incluir la loción en tu rutina de cuidado de la piel, las lociones para aplicar bajo la ducha son una opción imprescindible.


Las lociones para la ducha son una alternativa rápida y sencilla para hidratar la piel sin tener que esperar. Aplicarlas sobre la piel húmeda ayuda a que los ingredientes activos se absorban rápidamente, y cualquier exceso puede eliminarse simplemente con una toalla.


Estas lociones hidratan sin dejar sensación grasa, ya que se adhieren a la superficie húmeda de la piel para crear una ligera barrera que retiene la humedad. El efecto es duradero, dejando la piel suave y tersa sin ningún residuo graso. Así que puedes aplicarte la loción, secarte con una toalla y ponerte directamente los vaqueros (o el pijama).