¿El rímel en tubo puede realmente sustituir al rímel habitual?
Si tus pestañas tienden a mancharse, desprenderse o darte ese temido aspecto de ojos de panda a mediodía, la máscara de pestañas tubular podría ser la solución que no sabías que necesitabas. A diferencia de las fórmulas tradicionales que contienen ceras y aceites, las máscaras de pestañas en tubo utilizan polímeros que envuelven cada pestaña como una pequeña capa. El resultado es un acabado duradero y a prueba de manchas que permanece intacto hasta que decides desmaquillarte. Y, además, se elimina fácilmente con solo agua tibia.
El principal atractivo del rímel tubular es su larga duración y su fácil eliminación sin dejar residuos. Son especialmente adecuadas si tienes párpados grasos, pestañas cortas que necesitan longitud o si eres una persona que está siempre en movimiento y no tiene tiempo para retocarse a mediodía. ¿La desventaja? No son tan modulables como las máscaras clásicas, por lo que si buscas un look dramático y voluminoso, es posible que eches de menos el volumen que proporcionan las fórmulas tradicionales.
¿En resumen? Las máscaras de pestañas tubulares quizá no sustituyan a tu máscara habitual, pero son insuperables en determinadas situaciones, como cuando necesitas que dure todo el día, que no se corra y que tus pestañas queden definidas y nítidas. Vale la pena tenerlas a mano junto a tu máscara habitual, para cuando quieras un acabado natural y limpio.